San Gregorio, la odisea del saneamiento

Camping municipal de San Gregorio de Polanco.

Considerado uno de los principales balnearios del país, la pequeña ciudad de San Gregorio de Polanco, sobre la orilla del Lago de Rincón del Bonete, vive al borde de una crisis sanitaria en el verano por carecer de red de saneamiento, mientras las autoridades se dedican a obras de impacto que siguen postergando el problema principal.

Víctor L. Bacchetta

Todo Uruguay, un sitio de Internet especializado en el turismo, coloca a San Gregorio en el 8o. puesto del «Top ten» (es decir, los diez mejores) lugares para veranear en el Uruguay, después de la Barra de Valizas, en Rocha, y antes que Cuchilla Alta, en la costa de Canelones, y Las Cañas, sobre el Río Uruguay. Lo describe así:

«Más al norte del territorio uruguayo, en el departamento de Tacuarembó y a orillas del Río Negro, se ubica San Gregorio del Polanco, un pueblo de tres mil habitantes que es muy visitado por los turistas. Si bien es un destino para todo el año, en verano se da la mayor concurrencia de visitantes, ya que cuenta con una extensión de veinte kilómetros de playas de agua transparente.

Típicas paredes pintadas de San Gregorio.

El lago San Gregorio se formó con el ensanchamiento del Río Negro cuando se construyó la represa Dr. Gabriel Terra, y desde entonces se ha convertido en un excelente sitio para practicar deportes náuticos y para la pesca. San Gregorio del Polanco es el primer y único Museo Abierto de Artes Visuales de América Latina, fachadas de casas y muros del pueblo exhiben obras de reconocidos artistas uruguayos y extranjeros.»

Sería excelente si no fuera porque San Gregorio arrastra la carencia crónica de un sistema de saneamiento para la población estable y para recibir a los más de 12 mil turistas que suelen llegar en los meses de enero y febrero, haciendo prácticamente colapsar los servicios de la ciudad. Sin ir más lejos, el último verano se registraron serios problemas sanitarios y en el suministro de agua potable.

Por una parte, el tanque de 60.000 litros que oficia de pozo negro en el Camping Municipal se derramó hacia el lago en el lado opuesto a la playa, pues la ciudad se encuentra sobre una península rodeada por el embalse. El único camión cisterna de 16.000 litros que dispone el municipio no da abasto para el desagote de los pozos negros incluso funcionando en dos turnos.

Por otra parte, el agua suministrada por la red de OSE a la población salió turbia, con mal olor y sabor, a la vez que fue cortada en algunas zonas. Los funcionarios del organismo estuvieron muy activos en ese momento y comentaron a los vecinos que, dadas las malas condiciones en que les llegaba el agua del río, solo les quedaba la opción de aumentar la dosis de químicos para hacerla potable.

Vista panorámica del Lago de Rincón del Bonete.

En esos mismos días, el agua en las costas de Paso de los Toros, la ciudad más cerca de la represa, exhibió un color verde intenso, característico de las floraciones de algas provocada por la eutrofización del Río Negro (1). Las cianobacterias no afectan solo el uso del agua por los seres humanos, tanto para beber como para bañarse en el río, sino también el riego agrícola y el mantenimiento de animales.

Parque Lineal o Muro de Contención

A fines de 2017, autoridades municipales y departamentales inauguraron el primer tramo del llamado Parque Lineal Costero, una rambla y un muro de contención de 1.200 metros de largo entre el lago y la ciudad. «La obra más grande que ha realizado San Gregorio de Polanco en los últimos años, que seguramente le dará un antes y después en materia turística», según el alcalde Sergio Teixeira.

Esta obra surgió en respuesta a la constante erosión de la franja costera de la ciudad por el escurrimiento de las aguas pluviales y por las variaciones de las aguas del lago gestionadas por la represa. El problema existió desde la construcción del embalse, pero la ineficacia de las soluciones que se procuraron aplicar hasta el momento ha sido atribuida a la improvisación o a problemas de diseño.

Históricamente, la cota máxima de manejo de las aguas del lago era los 80,00 metros, pero en los últimos años ha venido operando entre 80,50 y 81 metros. Según registran en San Gregorio, desde hace una década se vienen produciendo ‘barrancones’ en la costa que amenazan las construcciones del lugar y los principales sitios de concurrencia de visitantes en la temporada de verano.

La última solución consiste en la construcción de un muro de contención de gravedad en base a gaviones (2) y una rambla que, se espera, generarán una infraestructura de protección y, a la vez, un lugar de paseo. La obra cuesta unos 2,9 millones de dólares, financiados por OPP [Oficina de Planeamiento y Presupuesto de la Presidencia de la República (77%)] y la Intendencia de Tacuarembó (23%).

Según la OPP, toda la población de San Gregorio será beneficiada directamente con esta obra a la cual atribuye «un impacto sumamente positivo en materia de desarrollo urbano a través de la infraestructura a construir». El Director de Obras departamental, Fernando Porcile, visualiza un objetivo más específico: «preservar la parte de mayor valor edilicio y con mayor capacidad de desarrollo».

Como ‘desarrollo urbano’ este proyecto refleja un concepto que, en lugar de adaptar la urbanización al medio costero, pretende ‘defenderla’ (término usado con frecuencia) mediante obras de infraestructura que se supone resistirán las inclemencias del medio ambiente. En los últimos tiempos, los efectos del cambio climático se han encargado especialmente de desmentir ese supuesto.

Por otro lado, la maqueta que presenta el proyecto – donde se pinta a San Gregorio como un balneario de primera clase – y la enorme estructura del muro y la rambla ya construidos contrastan con la modesta ciudad que hay detrás y las dificultades para transitar por calles donde proliferan grandes pozos, muchas sin veredas ni cordones, con cunetas en tierra por donde circulan aguas servidas.

Servicios básicos y prioridades políticas

La Comisión de Saneamiento de San Gregorio integrada por vecinos – con la colaboración de OSE, la Intendencia de Tacuarembó y el Rotary Club -, viene funcionando desde el año 2000 con la finalidad de dotar a la ciudad de un sistema de saneamiento. Para la presidenta de la comisión, la Dra. Anaydé Lena Lacuesta, ex directora del hospital de San Gregorio entre 2005 y 2014, es una necesidad sentida por toda la población local que sigue sin poderse concretar.

Hasta el presente, el estudio más completo sobre lo que implicaría la construcción de la red de saneamiento para San Gregorio es el informe de una consultora contratada por OSE en 2002. El presupuesto estimado en ese momento, que incluyó los escenarios futuros posibles en 2020 y 2030, fue de 3,9 millones de dólares, cifra que debe haberse incrementado en el tiempo transcurrido.

En los primeros años, esta comisión organizó festivales artísticos y otras actividades de recaudación de fondos para financiar la obra, que se interrumpieron en 2005 luego del plebiscito nacional por el cual se incorporó a la Constitución que el acceso al agua y el saneamiento son derechos humanos fundamentales. No obstante, la Comisión siguió realizando diversas gestiones para concretar su propósito.

La Dra. Lena enumera las reuniones con autoridades de OSE y la concurrencia a dos Consejos de Ministros, en Carlos Reyles en 2015 y en San Gregorio en 2016, pero la respuesta final fue que por este quinquenio no hay financiamiento. La última tentativa de la Comisión fue asociar la construcción del muro de contención costero con la red de saneamiento, pero recibieron nuevamente una negativa.

Descarga en la playa de efluentes de la planta de OSE por el muro de contención costero.

Aquí es donde se ponen en cuestión las decisiones políticas: ¿qué es más importante para San Gregorio, la red de saneamiento o el parque lineal costero? Todo indicaría que es atender a lo dispuesto en la Constitución, ya que está vinculado directamente con la salud y la calidad de vida de la población local y de los turistas que llegan al lugar. No ha sido la prioridad entendida por las autoridades.

Generalmente, esas decisiones se justifican por la falta de recursos, pero el argumento no es aplicable en este caso, cuando se invierte en una gran obra de infraestructura y ni siquiera se contempla la complementariedad entre las obras. Al convivir con la falta de saneamiento, el muro se adapta a esa realidad y debe habilitar los desagües hacia el lago, inclusive los efluentes de la planta de OSE.

De esta manera, a la falta de planificación de largo plazo, donde deben estar definidas claramente las prioridades, se agrega la descoordinación crónica entre los organismos del estado. Lo vemos cuando un organismo levanta varias calles para una obra y las cierra, pero al mes otro organismo levanta las mismas calles para otra obra de su área. Esto se llama dilapidación de los recursos.

MURO DE CONTENCIÓN PROVOCA EROSIÓN SIN PRECEDENTES

Lamentablemente, el concepto técnico equivocado que orientó la construcción del Muro de Contención en la costanera de San Gregorio de Polanco ya tuvo graves consecuencias sobre las características del lugar. Una lluvia torrencial ocurrida entre el viernes 20 y el sábado 21 de abril último provocó una erosión sin precedentes en la playa frente a la rambla recién construida.

El agua proveniente de los caños de desagüe que atraviesan el muro formó enormes canaletas de más de un metro de profundidad en la playa frente a la ciudad, mientras en la costa sin el muro y la rambla no se produjo ninguna alteración significativa.

Notas:

(1) Ver: «Panario: el Río Negro “está totalmente eutrófico”», en http://www.observatoriodelaguaenuruguay.com/panario-el-rio-negro-esta-totalmente-eutrofico/
(2) Los gaviones son elementos prismáticos construidos en malla metálica que permiten alojar rellenos diversos (piedra, suelo, arena, etc.), que luego colocados en obra y atados unos a otros, acaban formando una estructura de protección.